CARTA DE LA REDACCIÓN
FINAL DE CURSO.
El mes de junio representa el final de curso y el inicio de unas largas vacaciones
estivales. Sin embargo durante los últimos años, la sensación
al llegar este momento no es únicamente el de un profundo agotamiento físico
sino y especialmente un intenso sentimiento de desazón. Desazón porque
cuando el curso termina sentimos que aquellos objetivos programados al principio
del mismo no se han cumplido, y no por falta de compromiso de los profesores, sino
porque los cambios tecnológicos, sociales y económicos que en los últimos
años han ocurrido, han afectado de forma determinante a la educación.
Nos resulta ahora muy difícil, en ocasiones imposible, llegar a los alumnos,
conectar con ellos, con sus inquietudes y preocupaciones, captar su atención
para transmitirles nuestros conocimientos, adquiridos en muchas ocasiones para este
noble y bello ejercicio. Cada vez con mayor frecuencia, una gran barrera se alza
entre ambos partícipes del mundo educativo. Barreras que aún no sabemos
cómo derribar.
En este punto del curso pues, nos encontramos cansados y decepcionados y ante un
período de reflexión por delante en el que, como de costumbre, intentaremos
encontrar nuevas soluciones que poner en marcha en septiembre.
Pese a todo, lo que no ha cambiado es la voluntad de encontrar nuevas vías
de actuación y comunicación con nuestros alumnos. Encontrar la forma
de volver a llegar a ellos para que nuestra tarea complete sus objetivos y lo único
que sintamos al llegar el mes de junio sea satisfacción. ¡Qué
Tiempos!
Marina de la Calle Manzano
Directora del IESO Quercus
Departamento de Historia y Geografía
mcalle@e-quercus.es
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